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ELECCIONES EN CHILE. EL MAPA NO ES EL TERRITORIO. 

Elecciones
(Foto: Reprodução)

Rodrigo Calderón Astete.

12 de octubre de 2025. 

A un mes de las elecciones presidenciales del 16 de noviembre el mapa electoral se ordena y reordena confirmando, en las presidenciales, lo que se estima va a ser el escenario definitivo: que habrá segunda vuelta y que éste será entre alguno de los candidatos de la derecha  y la candidata oficialista Jeanette Jara. 

Pero quién será el primero en la derecha ha cambiado drásticamente en el último año. A fines del 2024 Evelyn Mathei, representante de los partidos de derecha continuadores de la dictadura y que devinieron en parte del bloque democrático de la misma, que agrupó a desde la UDI pinochetista hasta liberales de centro derecha libremercadistas como el ex presidente Piñera, gozaron de una amplia ventaja de mención en las preferencias.

La ex alcaldesa de la Comuna de Providencia, una de las de mayor nivel socioeconómico de Chile, parecía la innegable nueva presidenta de Chile. Conocida por su larga trayectoria, que incluía una derrota presidencial ante la ex presidenta Miche Bachelet, haciendo alarde de un alto poder tecnocrático de gestión, parecía destinada a ser la nueva presidenta. Ello ha cambiado drástica y al parecer sostenidamente al ser relegada al tercer a en algunas incluso cuarto lugar en las encuestas.

Durante los últimos meses y especialmente desde septiembre de éste año la0000 derecha ha vivido un cambio de hegemonía, pasando a ser ésta derecha neoliberal de los últimos 30 años a ser desplazada por la extrema derecha de José Antonio Kast y el partido Republicano de corte trumpista y que se declara seguidor de Melani en lo Político y de Milei en lo económico, con explícitos vínculos además con VOX español.

Realizando una campaña que ha incluido mentiras abiertas, datos inexactos y un uso intensivo de trolls informáticos contra sus demás competidores, especialmente contra la candidata Mathei, a quien incluso acusó de sufrir de Alzheimer, le he disputado el liderazgo de la derecha llevándose con él a líderes empresariales y candidatos a parlamentarios que originalmente apoyaban a la candidata.

Así sus ideas ultras pero disfrazadas bajo una imagen de templanza lograron posicionarlo como el candidato a segunda vuelta que pasaría al balotage. Pero también esto se ha vuelto inestable. Al ser expuestas sus ideas y contrastadas por los otros candidatos, incluso de su sector de la templanza su figura se ha colocado al borde de la ira, decidiendo no dar entrevistas profundas de televisión y solo ir a determinados foros o encuentros.

En lo económico su programa es ambiguo, no contiene medidas específicas y solo ha hablado de reducir el estado, dejar de financiar programas culturales o iniciativas sociales que él llama de izquierda. Ha propuesto reducir el gasto del estado en 18 meses en seis mil millones de dólares a lo que todos los otros candidatos lo han señalado como imposible, menos Kayser que es la voz ultrista histriónica aún más a la derecha que Kast, toda vez que significaría desfinanciar o dejar sin efectos políticas que fueron acordadas entre gobiernos de centro izquierda y la derecha tradicional, tales como una pensión básica general aprobada en el gobierno de derecha de Piñera o la reforma al sistema de pensiones acordada por todo el arco político menos Republicanos.

En la medida además que la política económica de Milei en Argentina ha devenido en un desastre ha dejado él, pero también Mathey de alabarla, lo que hace aún más ambigua la propuesta.  En todo lo demás se mantiene el discurso ya clásico de estos nuevos proto facismos: culpabilizar de todo a los zurdos,a  los inmigrantes, a las identidades sexuales y añorar un pasado supuestamente existente bajo la dictadura de Pinochet pero que nunca existió.

Las elecciones de noviembre del 2025 parecen en verdad haberse convertido en una primaria de las derechas entre 4 candidatos que oscilan entre la meritocracia y la mano ultra dura y liberalizante total.

En el otro lado se han producido también modificaciones que han abierto una elección que hasta hace un año parecía decidida. 

La candidatura de Jeanette Jara, que agrupa a todos los partidos que estuvieron, con más o menos fuerza, detrás del actual gobierno de Gabriel Boric se ha consolidada como la que pasará a segunda vuelta. Ha favorecido esto varias cosas: su campaña pasó de lo mediático y los foros a giras por el territorio, saliendo a las calles y yendo a los centros urbanos más importantes, ayudada además por el despliegue de las campañas de diputados que implican una elección nacional más algunos distritos senatoriales, lo que ha llevado ésta campaña a la calle.

Ha reforzado además su posición de mejorar derechos sociales, mantener lo conseguido y mejorar necesariamente indicadores económicos, hablando mucho de crecimiento económico.  Sus principales votantes se encuentran en los jóvenes, especialmente mujeres y tercera edad que al parecer ven peligrar lo poco que las mejoras de pensiones asistenciales estatales han integrado en sus vidas.

Además, la misma candidata Jara se ha “descomunistizado” (extraño término) teniendo diferencias públicas con el presidente de su partido y señalando es la candidata de un arco mucho más amplio y moderado, lo que le ha quitado piso y hecho desaparecer el discurso anticomunista público de la derecha.

Su simpatía y el hecho real que proviene de una familia de origen popular y ella misma representa la meritocracia que la derecha siempre promete, ya que estudió en escuelas públicas y obtuvo dos títulos de administradora pública y abogada con su esfuerzo, la capacidad de hablar de manera simple e incluso disculparse si se equivoca en cifras o conceptos, más su experiencia como ex ministra del trabajo con a lo menos dos reformas importantes para las personas, jornadas de trabajo de 40 horas semanales y una reforma previsional que promete ser más integrado que el modelo actual, aunque seguirá siendo administrada por fondos en manos de empresas privadas, la consolidan como la candidata de centro e izquierda que pasará a segunda vuelta, ya que los otros candidatos parece, salvo mejoras marginales, ya haber tocado techo.

Se ha confirmado entonces el dicho de que el mapa no es el territorio. Una vez que las candidaturas presidenciales debieron salir a terreno a disputarse discursos, propuestas (ambiguas todas) y llegada a las poblaciones y las calles, el diseño original que primero le entregaba el gobierno a Evelyn Mathei y luego a Kast, ya no es tan seguro. La opción de Jara se ha instalado como competitiva y posible y ya se discute si lo que marca en las encuestas, bordeando el 30% es su piso o su techo. 

El escenario se ha abierto a un mes de las elecciones, dejando algunas preguntas que decidirán la segunda vuelta y marcarán al futuro gobierno:

  1. Como votaran los 3 millones de nuevos votantes que entre la anterior elección y hoy se han incorporado al patrón que además lleva voto obligatorio. Más allá de las encuestas y las suposiciones de a quienes favorecen es una incógnita.
  2. Cuál será el resultado de las parlamentarias. Se trata no solo de si la derecha logrará mayoría en ambas cámaras sino además de la capacidad de veto y voto que la centroizquierda pueda tener y que y como deberá negociarse por quien obtenga la presidencia, recordando que Boric gobernó en minoría 
  3. Y la más importante ¿Cómo será la segunda vuelta? ¿será solo la confirmación de lo que las encuestan muestran en cuanto a que pasando Jara a segunda vuelta pierde con cualquiera de las candidaturas de derecha o, implica la segunda elección de enero del 2026, un escenario absolutamente diferente? Chile parece tender a la moderación en segundas vueltas y a mover votos hacia el caballo que aparece ser el ganador de la carrera. 

Todo entonces parece indicar que la elección definitiva se mantiene abierta y en disputa y que los geógrafos políticos deberán redibujar su mapa según sea el despliegue territorial de las candidaturas y sus resultados. Pero con la misma incertidumbre los candidatos deberán mover con más precisión sus piezas, intentando mostrarse claros y que los árboles no les impidan ver el bosque.

Rodrigo Calderón

Rodrigo é advogado e doutor em Direito, com atuação em direitos humanos, trabalho e consultoria internacional. Autor e podcaster no “No es lo que parece”.

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